Los antiguos romanos eran gente práctica. Querían que su arte y su arquitectura fueran lo más prácticos y útiles posible. También querían que fueran bellas, pero sólo si eran prácticas. Así que gran parte del arte romano se utilizaba en la construcción de la arquitectura que realizaban: en sus edificios, baños, templos, señales de tráfico y hogares.
El uso del hormigón
El hormigón es un antiguo invento romano. Utilizaban el hormigón en las estructuras para hacerlas más fuertes. Colocaban diseños en la zona de hormigón, si es que era visible. Desarrollaron muchas técnicas nuevas para los edificios y la construcción de todo tipo, como las calzadas romanas, los arcos romanos y los acueductos.
Los romanos son famosos por sus mosaicos, hechos con trozos de cerámica de colores. Sus artistas unían estas piezas con una belleza impresionante. Pero los mosaicos también eran prácticos. Los mosaicos se utilizaban en suelos, paredes, pasillos y entradas no sólo para embellecer, sino también para reforzar. También eran fáciles de lavar.
Muy poco del arte romano fue creado simplemente por la belleza. Casi todo su arte tenía un propósito práctico, como honrar a sus dioses u honrar a alguien importante.
Realismo
Los romanos eran realistas. Cuando los antiguos romanos creaban estatuas, intentaban que éstas se parecieran al sujeto o al modelo. Si el sujeto tenía una nariz grande, el artista romano le daba a la estatua una nariz grande. Los antiguos griegos nunca habrían hecho eso. Los griegos amaban la belleza por la belleza. Los antiguos romanos amaban la belleza práctica.
Los mosaicos
Un mosaico es un dibujo o patrón hecho con pequeñas piezas de cerámica. Los romanos y otros pueblos antiguos hacían mosaicos muy elaborados. Podían hacer una encimera o una pared o incluso todo el suelo de una habitación podía ser un mosaico. Los mosaicos eran prácticos porque eran fáciles de lavar y ayudaban a mantener la casa fresca. También eran hermosos. A los romanos les encantaba combinar un propósito práctico con un arte maravilloso.